sábado, 11 de julio de 2009

Leonardo Favio y el silencio de Felipe Solá

"Que desde el PJ salga una definición de si se es kirchnerista o no y que esa definición sea por el congreso o por internas o como se quiera, que sea un partido nacional, popular y abierto y no una secta dogmática que está detrás de un hombre que cayó derrotado".

Sin meternos en honduras, con minúscula, Leonardo Favio tiene todo el derecho de agradecer o desagradecer a quien crea conveniente por la colaboración que haya recibido en algún momento. Pero el gesto de borrar a Felipe Solá de los créditos de una de sus películas por su supuesto silencio frente al golpe de Estado en Honduras parece más propio de algún irreflexivo militante que de un lúcido director de cine.
La película sobre Perón que muchos están descubriendo hoy ya tiene diez años, y si la memoria no me falla fue preparada como apoyo al "peronismo peronista" de Duhalde. Cuando se lanzó recuerdo que eran varios videos, y salvo los peronistas muy fanáticos, no creo que fuesen muchos los que en aquel momento hayan oblado los diez o quince pesos de aquellos tiempos por cada cinta, que estoy seguro fueron más de cuatro. Hoy, cuando ya los costos están amortizados, la inversión requerida en el formato de DVD es de razonables ochenta pesos. Durante algún tiempo pudieron verse fragmentos en Crónica TV, que sigue firme junto al pueblo aunque el pueblo esté hoy un tanto desorientado.
No he visto ningún agradecimiento de Favio al gobierno de la provincia de Buenos Aires que encabezaba (sin ironías) Duhalde, cuyo eslogan de aquel tiempo era "Gente de trabajo", que cambió levemente al de estos días "Nosotros hacemos", pero es posible que también hubiese borrado esas referencias.
Las mejores películas de Favio son, en mi relativa opinión, las de los sesenta ("Crónica de un niño solo", "El dependiente" y para quienes la vieron, la primera versión del Aniceto). En los setenta, aparte de aquella candorosa aparición en el palco de Ezeiza que relata Horacio Verbitsky, hizo un revisionismo de ciertos mitos literarios como Moreira o Nazareno Cruz. Durante los años de la dictadura -no lo sé pero lo imagino- habrá sido una de las tantas víctimas de la censura, y en los (malditos) noventa se animó con Gatica, emblema inigualable del apogeo y la caída del peronismo, donde insertó mucho material de archivo que luego utilizaría en su serie sobre Perón.
Su documental sobre Perón es una versión en copia digital de los viejos noticieros de Sucesos Argentinos, con toques aggiornados. Pero aunque muchos estén legítimamente conmovidos por un pasado que pocos vivieron de primera mano, me conmueve mucho más lo que ha venido mostrando Pino Solanas en los últimos años, solamente porque le veo ese gesto militante de ir y buscar las huellas de ese deterioro profundo que ha venido sufriendo el país en las últimas décadas.
Favio tiene también el derecho de enojarse con Solá por haber tratado de "secta dogmática" al kirchnerismo, y acaso eso sea lo que realmente haya provocado una reacción que se homologa a la orden de Néstor Kirchner de descolgar el cuadro de Videla.

martes, 26 de mayo de 2009

Gloria y loor

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires organizó al pie del Obelisco un festival musical en el que cantantes populares interpretaron las viejas canciones patrias de la escuela como parte de los festejos por el 25 de Mayo.
La celebración se pareció a un combo de actos escolares, y sorprendente fue que el cantante del grupo de cumbia villera "Damas Gratis" Pablo Lescano interpretara una versión -obviamente en ritmo de cumbia- del Himno a Sarmiento.
Vista la decadencia de la educación pública, de la que no es ajena la jurisdicción convocante al festejo, no deja de ser paradójico que un género musical que el sanjuanino seguramente hubiese repudiado por celebrar la barbarie haya servido para rendirle homenaje.
Pero Sarmiento, como se ha relatado en innumerables clases de historia, no dejó de usar un género de la cultura popular como el graffiti cuando se vio obligado a refugiarse en Chile y dejó plasmada en una roca -y en francés- aquella frase "Las ideas no se matan". Con el correr de los años una sentencia muy parecida se contará entre las frases célebres del siglo XXI: "La pelota no se mancha". El autor de esa frase -un maestro en lo suyo- recibió antes que don Domingo Faustino su homenaje en ritmo de cuarteto, y sabemos que le gustó el tema compuesto por Rodrigo Bueno.

domingo, 17 de mayo de 2009

Sentenciada

Marcelo Tinelli es uno de los formadores de opinión más influyentes en estos momentos en el país. Debe esa influencia a haber sabido, en los últimos veinte años, ofrecer entretenimiento masivo sin pretensiones de calidad.
En los años noventa, sus cámaras ocultas generaron encendidos debates éticos. La nueva década marcó el auge de los reality-shows, un género que hace pública la vida privada de quienes buscan un rato de fama. El formato se adaptó, en clave paródica, a las particularidades de la clase política argentina. Pero hubo un presidente, Fernando de la Rúa, que hizo empalidecer los rasgos de su propia caricatura cuando apareció como un hombre extraviado y confundido en el estudio del conductor.
Cuando se fueron todos de la casa, en su programa aparecieron soluciones módicas y adaptadas a los tiempos de crisis, como imitadores, chicos que contaban chistes y otros que declaraban alguna habilidad digna de ser mostrada en cámara. El año pasado fueron los escandaletes de actrices o aspirantes a ello, con exhibición de vergüenzas públicas y privadas bajo la excusa de cumplir el sueño de quien procuraba ayudar a una causa más o menos noble.
El calendario electoral marca que hoy la clase politica vuelva a estar en el ojo de la tormenta, con niveles de frivolidad que tienden a acercarse a los de las pulposas modelos que bailaban en el caño. Parece que el ex presidente Kirchner, que se prestó a un paso de comedia con el imitador del desventurado De la Rúa, teme a la caricaturización de su esposa. No deja de tener un peso simbólico que el voto de los televidentes decida poner fin a su permanencia en la representación ficticia del sketch que para ser más fiel a la realidad debería llamarse "Gran Marido".

sábado, 2 de mayo de 2009

Evita había una sola

No volvió ni fue todavía millones, pero si contamos las actrices que la han representado en el cine y en el teatro llegaríamos sin mayor esfuerzo a una decena, de las cuales la más célebre es seguramente Madonna. Entre las actrices autóctonas se destacan Nacha Guevara y Esther Goris.
La primera de ellas -nacida con el nombre de Clotilde Acosta- se lanzará a la política desde la candidatura ofrecida por el jefe del justicialismo y presidente de la Nación entre bambalinas. La segunda mantiene una relación sentimental con el gobernador de San Luis, aunque no participa abiertamente de las actividades políticas de los Rodríguez Saá y de hecho su carrera artística no ha tenido mayores éxitos desde su personificación de la abanderada de los humildes, junto a un inverosímil Perón a cargo de Víctor Laplace.

El apellido artístico de la siempre joven Clotilde recuerda al del revolucionario más renombrado que han dado estas tierras. Probablemente su elección, cuando la artista empezaba su larga juventud, haya pasado por el peso simbólico de ese apellido. De todos modos, en la boleta del Frente para la Victoria (o Hasta la Victoria Siempre) su nombre corre el riesgo de ser confundido con el de una anónima integrante más de la larga lista sábana del territorio bonaerense.
Quizás la verdadera razón de la candidatura de Nacha Guevara haya sido la confesada vocación artística postergada de quien representa el papel de Presidenta de la Nación, la señora Cristina Fernández, que en sus discursos recuerda el tono lastimero de la Evita de los últimos tiempos, con el agregado de sus conocidos ademanes de maestra que en los actos patrios se dirige a su alumnado. Pero se sabe que hay una pasión, además del justicialismo, que las une: su deseo de parecer mucho más jóvenes que lo que el insobornable almanaque determina.

domingo, 12 de abril de 2009

Una candidatura de archivo

Luego de sondear infructuosamente a varios referentes (Filmus, Ibarra, Telerman) más identificados con el justicialismo, Néstor Kirchner encontró un candidato a diputado nacional cuya mayor virtud sería la de "resistir un archivo", según la temprana publicidad que acompaña su lanzamiento.
Desde siempre vinculado con el movimiento cooperativo, Carlos Heller ha sido uno de los tantos militantes de la diáspora del comunismo argentino que han buscado otros horizontes en materia política (ha formado una de las tantas "segundas marcas" que ocultan al Partido Justicialista en el llamado "Frente para la Victoria", cuyo nombre ya no responde a la realidad de los últimos tiempos). Antes se hizo conocer por el público cuando acompañó a Antonio Alegre, un empresario de simpatías radicales que tenía una empresa de construcciones que frecuentemente obtenía contratos de obra pública, en la gestión del club Boca Juniors.
Los socios del club de la Ribera no guardan un gran recuerdo de esa gestión, en la que obtuvieron un par de campeonatos en casi quince años, y como goles son amores, prefirieron a Mauricio Macri, hasta entonces conocido por la circunstancia de haber sufrido un secuestro a comienzos de los años noventa y sobre todo por ser el hijo de un empresario cuyos vínculos con el poder político eran mucho más sólidos que los del campechano Alegre.
El tiempo volvió a poner en competencia a Macri y a Heller, aunque de modo indirecto, por acompañar a Daniel Filmus en las elecciones para jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Filmus y Heller volvieron a ser desplazados por Macri y su compañera de fórmula Gabriela Michetti, mucho más carismática que su contraparte, aunque su desgracia personal haya podido ser un factor importante.
Heller tiene en los afiches un aire a César Luis Menotti, quien dirigió a Boca un par de veces en su período de gestión boquense con escasos resultados. Ambos cultivan una versión refinada de ese progresismo tan difícil de caracterizar como fácil de demonizar es lo que se le opone discursivamente: "la derecha". Por otro lado, al banco que preside Heller le han cabido las generales de la ley: en 2002, como todos los demás, se quedó con los depósitos de los ahorristas, aunque una ingeniosa publicidad lo presenta como "un banco que no tiene clientes, sino dueños". Además participó del negocio de las AFJP y Heller tampoco protestó cuando la Presidenta anunció el fin de las jubilaciones privadas. Al menos eso no consta en ninguno de los archivos.

lunes, 6 de abril de 2009

Queríamos tanto a Alfonsín

El fallecimiento del ex presidente Raúl Alfonsín provocó una casi insospechada manifestación de dolor popular, si se piensa que debió entregar anticipadamente el poder a Carlos Menem, candidato triunfante en las elecciones presidenciales de 1989, ante la incontenible inflación y los saqueos en el Gran Buenos Aires y Rosario.

No se homenajeó a un dirigente de un partido desprestigiado tras otro anticipado alejamiento del poder, el de Fernando de la Rúa doce años después, sino a un líder que encarnó las esperanzas de un cambio profundo de la cultura política argentina sin lograrlo definitivamente. Aunque por una razón lógica su hijo Ricardo, el único que heredó su vocación política, fue la cara visible de su familia en las exequias, la ocasión pareció propicia para el reencuentro de la "familia radical", especialmente de nombres casi ausentes del panorama político actual como Moreau o Federico Storani, y el nunca bien ponderado Enrique "Coti" Nosiglia, flor y nata de la otrora poderosa Junta Coordinadora, a la que en su época algún exagerado bautizó como "los montoneros de Alfonsín".

La herencia política de Alfonsín no se dirimirá entre sus laderos de ese entonces y mucho menos le correspondería al ninguneado vicepresidente Cobos, que parece encaminado a protagonizar un "regreso del hijo pródigo" al que tarde o temprano se sumarían Elisa Carrió y hasta Ricardo López Murphy, que nunca podría haber sido ministro de Alfonsín y apenas duró dos semanas con De la Rúa. Ricardo Alfonsín, que siempre fue un hijo identificado con su padre, tendrá que ceder su lugar a los hijos pródigos o a algunos de ellos-, porque su apellido no es garantía de victoria.

sábado, 14 de marzo de 2009

Un jugador compulsivo

Aunque Néstor Kirchner tiene la fama de ser poco desprendido de su dinero -o del dinero que le tocó manejar como gobernador de su provincia, hasta ahora con destino incierto- parece estar experimentando el miedo del jugador que siente que se ha acabado su racha e intenta un pleno contra todos los pronósticos.

El adelantamiento de las elecciones nacionales en casi cuatro meses estaría probando que para él parece mejor asumir una derrota antes de tiempo que esperar a que se produzca cuando deba ser y ya empiece la cuenta regresiva para abandonar la sala de juego.

Pero el paralelismo no es completo, visto que se ha preocupado por quienes manejan el negocio del juego en el país casi como si se tratara de su propio negocio -algunos malpensados dicen que ambas cosas son lo mismo-. Su jugada sería entonces apostar al cero y hacer que todos vayan en esa dirección.

Los números que se manejan fuera de la sala de juego parecen ser hasta ahora los que el dueño del casino espera, pero son muchos los que ya han visto la trampa y huyen de la ruleta. Otros esperan que alguna mano suelte un par de fichas para que sientan la ilusión de estar participando del juego, y el croupier los alienta a que lo hagan, porque la sala se está despoblando y hay que atraer a los incautos que puedan quedar.

sábado, 28 de febrero de 2009

La estupidez de los derechos humanos

Susana Giménez es -qué duda cabe- una figura popular del espectáculo argentino. Luego de una discreta carrera como actriz en sus años más jóvenes, con éxitos como la pelicula La Mary, gracias a la cual conoció a Carlos Monzón, con quien tuvo un tormentoso vínculo sentimental, fue una de las partenaires de Olmedo y Porcel hasta comienzos de los ochenta.

Más adelante fue noticia por sus sucesivos romances con Ricardo Darín y Huberto Roviralta -con escandaloso y costoso divorcio incluido-, y posteriormente con Jorge "Corcho" Rodríguez. Su actual pareja está menos expuesta a los focos de la televisión, que, excepto algún año sabático, la ha contado casi ininterrumpidamente durante dos décadas como una formadora de opinión de millones de personas, además de ofrecerles un entretenimiento liviano.

En estas horas su nombre ocupa nuevamente las páginas de los diarios y las pantallas televisivas, por la violenta muerte de uno de sus colaboradores en uno de los barrios del conurbano a los cuales Susana sólo llega mediante su programa. La visceral reacción de la Giménez ha sido, según pudo oírse, "Termínenla con la estupidez de los derechos humanos. El que mata debe morir".

Imaginamos que en las próximas horas algún funcionario del Gobierno, o la mismísima Presidenta -a quien le gustaría alcanzar en este momento los niveles de popularidad de Susana- han de contestar un exabrupto tan políticamente incorrecto. Pero Susana no compite por ocupar una banca del Congreso ni encabeza rebeliones de productores agropecuarios, y ni siquiera se la puede acusar de negar crímenes contra la humanidad, lo que, de no haber nacido en la Argentina, podría haber sido causa de su salida inmediata del país.

La mayoría de los televidentes de Susana Giménez no escuchan ni leen a Nelson Castro, a Magdalena Ruiz Guiñazú o a Joaquín Morales Solá, aunque las argumentaciones de estos periodistas tengan un fundamento mucho más sesudo que las de la "diva de los teléfonos". Chiche Gelblung u Oscar González Oro, que no molestan tanto al Gobierno, son tan eficaces como Susana en esto de moldear las mentes de millones de personas sin que se note.

domingo, 25 de enero de 2009

El levantamiento de la excomunión a los obispos lefebvristas

El comunicado emitido por la Oficina de Información de la Santa Sede refiere que "El Santo Padre se ha inspirado en esta decisión por el deseo de que se alcance lo más pronto posible la completa reconciliación y la plena comunión". En el decreto de la Congregación de los Obispos se amplía el fundamento de la decisión del Papa: "Su Santidad Benedicto XVI, paternalmente sensible al malestar espiritual manifestado por los interesados a causa de la sanción de excomunión, y confiando en el compromiso expresado por ellos en la citada carta de no ahorrar esfuerzo alguno para profundizar en necesarias conversaciones con las autoridades de la Santa Sede en las cuestiones aún abiertas, y poder así llegar rápidamente a una plena y satisfactoria solución del problema existente en un principio, ha decidido reconsiderar la situación canónica de los obispos Bernard Fellay, Bernard Tissier de Mallerais, Richard Williamson y Alfonso de Galarreta surgida con su consagración episcopal".

Allí se hace referencia a "profundizar en necesarias conversaciones con las autoridades de la Santa Sede en las cuestiones aún abiertas". Por su parte, la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, en su propio comunicado, manifiesta, junto con su reconocimiento al Papa, que "nos congratulamos que el decreto del 21 de enero juzgue necesarias la realización de 'reuniones' con la Santa Sede, las cuales permitirán a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X exponer las razones doctrinales de fondo que ella estima ser el origen de las dificultades actuales de la Iglesia. En este nuevo ambiente, tenemos la firme esperanza de arribar pronto a un reconocimiento de los derechos de la Tradición católica". Más arriba habían hecho referencia a "la crisis sin precedentes que sacude actualmente al mundo católico, y que el Papa Juan Pablo II había calificado como un estado de 'apostasía silenciosa' ".

En el texto del decreto de la Santa Sede se evidencia un gesto de buena voluntad del Papa, quien ha buscado como valor supremo la unidad de la Iglesia. Pero habrá que ver cuáles son las "razones doctrinales de fondo" que según la FSSPX han llevado a "la crisis sin precedentes que hoy sacude al mundo católico". Esto, dicho a exactamente cincuenta años de la convocatoria al Concilio Vaticano II, reaviva las acusaciones de "modernismo" que vienen haciéndose desde los mentados ambientes "tradicionalistas", que en algunos casos llevan a cuestionar abiertamente la validez del magisterio emanado del Concilio, y por ende a los mismos pontífices que emitieron tales documentos, aunque la declaración de "ex cathedra" prácticamente ha desaparecido (en el último siglo sólo goza de ese carácter la proclamación de la Asunción de la Virgen en cuerpo y alma por Pío XII en 1950).

La sanción de excomunión que tanto Mons. Lefebvre como los cuatro obispos ordenados por él habían recibido en 1988 se fundamentaba en la "falta de mandato pontificio" para esas ordenaciones (cfr. canon 1382 del Código de Derecho Canónico). En noviembre de 2005 el cardenal Castrillón Hoyos, titular de la Congregación para el Clero, había dicho en una entrevista que "está faltando una total, más perfecta comunión (...) porque la comunión existe". Más allá de lo que podamos evaluar a propósito de esta decisión, no cabe la menor duda de que es una de las más trascendentes del papado de Benedicto XVI.





viernes, 23 de enero de 2009

Un eslabón en una cadena de fracasos

En notorio contraste con su extensísima gestión al frente del Colegio Nacional de Buenos Aires, Horacio Sanguinetti ha presentado (en rigor, de manera informal hasta hace pocos días) su renuncia al cargo de director del Teatro Colón, al cual había sido convocado por el ingeniero Mauricio Macri poco más de un año atrás.
Es de público conocimiento que el Colón se encuentra cerrado por reparaciones que el funcionario saliente debía encauzar tras aparentes errores técnicos cometidos por las gestiones anteriores (el llamado "Master Plan", iniciado bajo la gestión de Aníbal Ibarra). Pero Sanguinetti había conseguido una herramienta política cuando la Legislatura sancionó el año pasado la ley de autarquía para el teatro, que evidentemente no supo aprovechar. El BID había otorgado a los sucesivos gobiernos unos 400 millones de dólares, con lo cual debería investigarse a todas las autoridades involucradas, incluido el ex rector del CNBA.
Según una fuente cercana a Macri, a éste "le vendieron que Sanguinetti sabía mucho pero lo único que sabía era de ópera". Incluso sus gustos en la materia eran muy selectivos, como tuvo ocasión de exponer en diversos reportajes.
No me sorprende -y creo que tampoco sorprenderá a quien haya seguido su trayectoria en el Colegio- este fracaso de Sanguinetti, pero más grave que eso es el resultado de las sucesivas incompetencias que hacen casi imposible que el Colón sea parte de los festejos del Bicentenario en las debidas condiciones.

sábado, 10 de enero de 2009

Pasiones y muertes

Cuando se conoció la decisión de los organizadores del Rally Dakar de trasladar la carrera al continente sudamericano las reacciones fueron de todo tipo, tanto a favor como en contra. La competencia generó una auténtica conmoción en la largada simbólica al pie del Obelisco, hace apenas una semana. La primera jornada, por polvorientos caminos bonaerenses, pareció un ejercicio simple para los vehículos especialmente preparados, pero la segunda se tiñó de tragedia, conocida con un incomprensible retraso, cuando se supo dos días más tarde el desgraciado final de un motociclista francés, víctima de un edema pulmonar.
Los accidentes y retrasos fueron sucediéndose, siendo casi milagroso que sus protagonistas no engrosaran la funesta lista. Un motociclista argentino permaneció varias horas a la intemperie cuando su máquina se averió y sus señales no fueron captadas por los organizadores, y otro motociclista chileno debió ser internado en Neuquén y cuando era trasladado en avión a Santiago tuvo que aterrizar de urgencia en la ciudad de Concepción y fue internado inmediatamente, pues su vida corría riesgo. También hubo dos corredores ingleses que permanecieron en un hospital pampeano durante días en terapia intensiva.
Hoy la caravana, seguramente con una merma apreciable, se encuentra en territorio chileno, y los sobrevivientes de la dura prueba se preparan para lo que viene, que es considerado aún más difícil: la travesía por el desierto de Atacama, tras lo cual reingresarán a nuestro país. Sin duda todos ellos tienen una especial fascinación por el riesgo, pero no son los únicos: en la imponente cordillera que los vio pasar, como hace casi dos siglos lo hicieron las tropas de San Martín, el Aconcagua se cobró dos víctimas, y en una regata disputada en las frías aguas del Pacífico Sur, el naufragio de una embarcación también puso al borde de la muerte a sus tripulantes.
Vivir en nuestro tiempo, aun cuando uno no sea aficionado a los deportes extremos, también es un riesgo, pero quienes practican esos deportes tienen asumido, o deberían tenerlo, que pueden no regresar sanos y salvos. Esa es la gran diferencia.