domingo, 29 de junio de 2008

Competencia desleal

La plaza del Congreso exhibe un aspecto que dista del habitual, con las carpas de los adictos al gobierno en primer plano, y en la retaguardia las carpas de los militantes de la causa agropecuaria con aditamentos de grupos de izquierda, como la Corriente Clasista y Combativa, el FTV disidente y el MST de Vilma Ripoll.
En la tragicomedia política argentina ambos sectores desempeñan un curioso papel: aunque pretenden tratar asuntos más serios que las sentencias de "Bailando por un sueño", no dejan de ser competencia desleal a los cómicos teatrales o televisivos. Hoy Enrique Pinti debe extremar sus esfuerzos por hacer risibles sus libretos, y Gasalla apenas asoma como invitado de Susana Giménez.
Cierto es que Capusotto tiene su público, pero su humor absurdo suele ser una barrera para paladares no demasiado exquisitos.
De aquellos viejos cómicos de los programas televisivos de hace unas décadas quedan muy pocos. Uno de ellos, que nunca fue primera figura sino un eficaz acompañante, nos dejó la semana pasada. Me refiero a Vicente La Russa, cuyo "Preso" fue un vivo ejemplo de grotesco. En vida no mereció demasiados reportajes, pero en alguna necrológica se destacaba que tenía condiciones para cantar óperas y hasta llegó a compartir en alguno de esos programas un dúo con Plácido Domingo. También era un aficionado a la pintura.
Quizás los que le dieron trabajo durante años no se ocuparon demasiado por darle un lugar más destacado en sus programas, pero su talento para el grotesco mereció mejor suerte. Los acampantes del Congreso, a su modo, también le rindieron homenaje.

No hay comentarios: