martes, 26 de mayo de 2009

Gloria y loor

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires organizó al pie del Obelisco un festival musical en el que cantantes populares interpretaron las viejas canciones patrias de la escuela como parte de los festejos por el 25 de Mayo.
La celebración se pareció a un combo de actos escolares, y sorprendente fue que el cantante del grupo de cumbia villera "Damas Gratis" Pablo Lescano interpretara una versión -obviamente en ritmo de cumbia- del Himno a Sarmiento.
Vista la decadencia de la educación pública, de la que no es ajena la jurisdicción convocante al festejo, no deja de ser paradójico que un género musical que el sanjuanino seguramente hubiese repudiado por celebrar la barbarie haya servido para rendirle homenaje.
Pero Sarmiento, como se ha relatado en innumerables clases de historia, no dejó de usar un género de la cultura popular como el graffiti cuando se vio obligado a refugiarse en Chile y dejó plasmada en una roca -y en francés- aquella frase "Las ideas no se matan". Con el correr de los años una sentencia muy parecida se contará entre las frases célebres del siglo XXI: "La pelota no se mancha". El autor de esa frase -un maestro en lo suyo- recibió antes que don Domingo Faustino su homenaje en ritmo de cuarteto, y sabemos que le gustó el tema compuesto por Rodrigo Bueno.

domingo, 17 de mayo de 2009

Sentenciada

Marcelo Tinelli es uno de los formadores de opinión más influyentes en estos momentos en el país. Debe esa influencia a haber sabido, en los últimos veinte años, ofrecer entretenimiento masivo sin pretensiones de calidad.
En los años noventa, sus cámaras ocultas generaron encendidos debates éticos. La nueva década marcó el auge de los reality-shows, un género que hace pública la vida privada de quienes buscan un rato de fama. El formato se adaptó, en clave paródica, a las particularidades de la clase política argentina. Pero hubo un presidente, Fernando de la Rúa, que hizo empalidecer los rasgos de su propia caricatura cuando apareció como un hombre extraviado y confundido en el estudio del conductor.
Cuando se fueron todos de la casa, en su programa aparecieron soluciones módicas y adaptadas a los tiempos de crisis, como imitadores, chicos que contaban chistes y otros que declaraban alguna habilidad digna de ser mostrada en cámara. El año pasado fueron los escandaletes de actrices o aspirantes a ello, con exhibición de vergüenzas públicas y privadas bajo la excusa de cumplir el sueño de quien procuraba ayudar a una causa más o menos noble.
El calendario electoral marca que hoy la clase politica vuelva a estar en el ojo de la tormenta, con niveles de frivolidad que tienden a acercarse a los de las pulposas modelos que bailaban en el caño. Parece que el ex presidente Kirchner, que se prestó a un paso de comedia con el imitador del desventurado De la Rúa, teme a la caricaturización de su esposa. No deja de tener un peso simbólico que el voto de los televidentes decida poner fin a su permanencia en la representación ficticia del sketch que para ser más fiel a la realidad debería llamarse "Gran Marido".

sábado, 2 de mayo de 2009

Evita había una sola

No volvió ni fue todavía millones, pero si contamos las actrices que la han representado en el cine y en el teatro llegaríamos sin mayor esfuerzo a una decena, de las cuales la más célebre es seguramente Madonna. Entre las actrices autóctonas se destacan Nacha Guevara y Esther Goris.
La primera de ellas -nacida con el nombre de Clotilde Acosta- se lanzará a la política desde la candidatura ofrecida por el jefe del justicialismo y presidente de la Nación entre bambalinas. La segunda mantiene una relación sentimental con el gobernador de San Luis, aunque no participa abiertamente de las actividades políticas de los Rodríguez Saá y de hecho su carrera artística no ha tenido mayores éxitos desde su personificación de la abanderada de los humildes, junto a un inverosímil Perón a cargo de Víctor Laplace.

El apellido artístico de la siempre joven Clotilde recuerda al del revolucionario más renombrado que han dado estas tierras. Probablemente su elección, cuando la artista empezaba su larga juventud, haya pasado por el peso simbólico de ese apellido. De todos modos, en la boleta del Frente para la Victoria (o Hasta la Victoria Siempre) su nombre corre el riesgo de ser confundido con el de una anónima integrante más de la larga lista sábana del territorio bonaerense.
Quizás la verdadera razón de la candidatura de Nacha Guevara haya sido la confesada vocación artística postergada de quien representa el papel de Presidenta de la Nación, la señora Cristina Fernández, que en sus discursos recuerda el tono lastimero de la Evita de los últimos tiempos, con el agregado de sus conocidos ademanes de maestra que en los actos patrios se dirige a su alumnado. Pero se sabe que hay una pasión, además del justicialismo, que las une: su deseo de parecer mucho más jóvenes que lo que el insobornable almanaque determina.