domingo, 23 de noviembre de 2008

Apenas un mal bicho

Un triste bandolero que ocupó un alto cargo en la policía de una provincia macóndica del norte argentino se suicidó ante las cámaras cuando lo iban a detener, acusado de graves cargos que se remontan a la época de la dictadura militar, cuando se desempeñó al servicio de quien años más tarde fue democráticamente electo para volver a gobernar la provincia en la que años antes había mandado como gobernante de facto, como uno de los lugares más afectados por la guerrilla y luego por la represión que lo tuvo como adalid.
Este prófugo que respondía al alias de "Malevo" no murió en su ley, como hubiera correspondido a su apodo, sino que lo hizo como víctima propiciatoria del amarillismo periodístico. Naturalmente, el episodio de la difusión del tiro del final fue hipócritamente criticado por muchos de quienes celebran el atracón de culos y tetas y los escandaletes entre ignotas participantes de tales programas que nos brinda la pantalla chica y que se reproducen al infinito.
Más debería preocuparnos que los métodos utilizados por este "servidor público" para combatir la delincuencia -de los cuales quiso escapar vanamente- son celebrados por otros que creen que es el único camino para la "seguridad".

domingo, 9 de noviembre de 2008

Otro sueño americano

Parece casi obvio recordar aquella emocionante frase del pastor bautista Martin Luther King, aquel gran luchador por los derechos civiles asesinado hace cuarenta años. Su sueño se ha cumplido, y el primer presidente electo de raza negra en la historia de los Estados Unidos encarna las esperanzas de buena parte del mundo, no solo de sus votantes, que en un número comparable al de los países en que el voto es obligatorio legitimaron su llegada al poder.
Otro sueño se fue evaporando en este año y terminó en pesadilla: el de millones de norteamericanos que han experimentado la dureza de una crisis que no tiene antecedentes desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial.
Barack Obama se dirigió a ellos con estas palabras: "Hay madres y padres que se quedarán desvelados en la cama después de que los niños se hayan dormido y se preguntarán cómo pagarán la hipoteca o las facturas médicas o ahorrarán lo suficiente para la educación universitaria de sus hijos". También intentó recuperar la mística de quienes no se resignan a que ese país deje de mantener un liderazgo mundial y a la vez envió un mensaje al resto del mundo: "Y a todos aquellos que nos ven esta noche desde más allá de nuestras costas, desde parlamentos y palacios, a aquellos que se juntan alrededor de las radios en los rincones olvidados del mundo, nuestras historias son diversas, pero nuestro destino es compartido, y llega un nuevo amanecer de liderazgo estadounidense".
Somos muchos los que, de una u otra manera, deseamos que tenga éxito en una tarea de la cual depende que el mundo sea un lugar digno de una vida más humana para esos miles de millones de personas que carecen de lo más elemental y que se desangran muchas veces en guerras devastadoras. Pero el nuevo Presidente tendrá que entender que gran parte de ese desequilibrio depende del militarismo que pareció reivindicar en ese discurso: "Mientras estamos aquí esta noche, sabemos que hay estadounidenses valientes que se despiertan en los desiertos de Irak y las montañas de Afganistán para jugarse la vida por nosotros".