sábado, 29 de marzo de 2008

Incorrecciones políticas e inoperancia

Probablemente uno de los organismos más inoperantes de la Administración Pública sea el INADI, el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (tal es su nombre completo). Tal vez, para ser más justos, comparte ese dudoso privilegio con las defensorías del pueblo.
En medio de los episodios de la semana que termina se destacó la figura -voluminosa, por cierto- de Luis D´Elía, como promotora de un "aguante" al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en Plaza de Mayo, para evitar que ésta cayera en poder de los representantes de la "oligarquía cipaya". La remarcable tarea que cupo a este simpatizante de la lucha antiimperialista de la teocracia iraní -pais en el que, como se jacta su presidente, cuyo nombre no voy a escribir porque seguramente lo haré mal, no hay homosexuales- lo llevó a ser entrevistado en programas radiales como el de Fernando Peña, quien, como se sabe, no tiene pelos en la lengua a la hora de hablar de cualquier cosa, incluyendo muchas veces a sus congéneres (es decir, a quienes tienen su misma inclinación sexual, o, apelando al lenguaje que recomienda el INADI, a quienes coinciden en su orientación de género).
En descargo de Peña se podría decir que lo suyo es artístico, aunque nunca me conté entre su audiencia ni me identifico con su modo de hacer humor. Parece que Peña anunció el reportaje a D´Elía con palabras como las siguientes: "Ahora vamos a poner una nota de color", en supuesta alusión irónica a la pigmentación de la piel del defensor de la causa nacional y popular contra la "puta oligarquía". La nota terminó abruptamente cuando el mal llamado piquetero profirió una serie de insultos contra el conductor del programa.
La titular del INADI, a su vez, señaló que había recibido denuncias contra un dirigente de la Sociedad Rural que se refirió a las huestes de D´Elía en términos similares a los utilizados por Peña, y contra el propio D´Elía. En estos momentos su personal está analizando si cabe alguna sanción penal contra ellos, pero debe recordarse que el INADI no tiene poder de policía, aunque seguramente ya hubiera iniciado alguna acción penal si D´Elía se hubiese referido peyorativamente a la orientación de género de Peña; en otra ocasión, en su defensa del régimen teocrático iraní insinuó que en el atentado contra la AMIA había una responsabilidad de la "derecha israelí", lo cual tampoco parece calificar como antisemitismo, que es, como se sabe, una de las formas emblemáticas de la xenofobia y el racismo. La entonces primera ciudadana no vaciló en llamarle públicamente la atención, y el incontinente de Luisito (al cual le cabría el apodo que recibía Gostanian, el autor intelectual de los menemtruchos) debió llamarse a silencio.

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